Cuando las lenguas se afilan
largan su veneno selectivo.
Buscan la manera de que las palabras, las más inútiles
lleguen al precipicio de emociones donde se esconden
detrás de las últimas promesas.
Sé dónde estás… Yo lo sé.
Sé que cuando la luna llora ausencias plateadas
tu voz se vuelve muda solo para que yo intente escuchar
y ahí, justo ahí, es donde radica esta intolerante pasión,
porque por mas siniestra que esté la soledad
de alguna manera, logras llegar
y ya sin remedio, me dejo abrazar.
Haluk Verónica
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