¿Acaso el corazón no es primitivo cuando lo desea?
Si cuando mas gritamos más sordo es el entorno y las
paredes que nos rodean.
Cuento con la cualidad –defecto- que cuando más
necesito de las palabras, mas muda quedo a la espera de mensajes que me salven
de la incertidumbre.
Entonces el corazón es mendigo de momentos.
De cada nostalgia que se le cruza y la sujeta con
fuerza por temor a los olvidos y su descendencia.
Mide espacios, guarda silencios, tira los gritos y
escoge uno a uno sistemáticamente, los sentimientos. Con cierto grado de
desgana, se queda pasmado ante las verdades que lo cicatrizan, lentamente.
No reacciona.
No se defiende.
Es cómplice del castigo que le hace la razón por
demostrar devoción ante las falsas presencias.
Porque la mente siempre pasa el resumen de lo que no
le gusta y desde ahí, reclama…
Te reclama.
Verónica Haluk Prohibida su
reproducción parcial o total sin permiso de la autora.
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Mírame a la luz
de un universo sin mundos... Aldo Pellegrini
de un universo sin mundos... Aldo Pellegrini
... Ninguna más, amor, dormirá con mis sueños... Pablo Neruda
... Ya no tengo tanto tiempo como antes -comenté-
entonces... dejame robarte unas cuantas horas más -murmuro-
y yo, sonreí... Anónimo
... Mi tormenta de tormento,
así es como yo te quiero...
Profundamente, Veronika