Todo lo dicho... dicho está

Cuando quiero gritar, el silencio me ahoga.
Cuando quiero llorar, no están sus brazos para que mis lágrimas lleguen a su rio.
Cuando no quiero soledad, todas mis sombras desaparecen por el frio.
Y cuando quiero dominar parte de mi,
toda su luz, me vuelve a consumir.
Porque mis escamas arden al grado de perpetuarse en mi piel,
mis pies pierden su paso
mi voz, enmudece ante la calamidad de escuchar
que las mentiras de los demás, sean parte de mi verdad.
Y busco en los rincones de una calle
que aun guarda el recuerdo de nuestras manos unidas.
Y miro el mismo cielo que aquella noche, me dejó descubrirme
encendida.
... No hay caso.
Ya todo esta ido.
Veronika Del Mar 12.04.10

Mi alma se rompió como un cuenco vacío.
Cayó escaleras excesivamente abajo.
Cayó de las manos de una descuidada... Fernando Pessoa

Detrás de tus ojos habia una mascara.
Detrás de tu espalda, un puñal.
Te entregue mi amor, mi mundo entero, pero lo rechazaste,
"no es suficiente" dijiste "necesito mas"... Damian Rojo

Aquel beso que me diste tenía algo.
Algo de magia, miel y ternura.
Tu boca se tranformó para mí en una obsesión
y tus ojos en el colchón de mi locura... Pedro L.

Y lloro lentamente, con un dolor maldito,
con un dolor que pesa sobre mis fibras todas,
oh! la pálida muerte que me ofrece sus bodas
y el borroso misterio cargado de infinito!... Alfonsina Storni

¿Sabes que tengo aquí, en estás manos?
Un nuevo amanecer, la rosa fresca
la noche del amor, luna y estrellas
y un pecado a estrenar... cuando apetezcas.
¿Sabes que tengo aquí, en estás manos?
La marca de los clavos y la muerte
la unión al mas allá, el padrenuestro
y el sabor de los panes y los peces.
¿Sabes que tengo aquí, en estás manos?
¡Un rayo de tu luz!
¡La buena suerte!
Si las abro hacia ti, tengo la vida
si las cierro sin ti... tengo la muerte.
¿Sabes que tengo aquí, en estás manos?
El poema de amor jamás escrito
si pudiera... en tu piel te dejaría
dos palabras, no mas...
¡Te necesito! ... Roberto Sanchez (Sandro)

Es muy fácil decirlo.
Es muy fácil sentirlo.
Es muy fácil hallar las palabras
que el otro quisiera escuchar.
Y es muy fácil sentir que se ama
confundiendo amor con propiedad
y en incómodas cuotas se paga
el derecho a quitarle a otro su libertad.
También puede irrumpir en tu vida
un amor que te enceguecerá
y esa mágica alquimia no deja
que veas al otro como es de verdad.
Le pondrás los colores que faltan
los que están no los querrás mirar
y es muy fácil que un día te encuentres
volviendo a empezar.
Ay, amor tan ignorado.
Ay, amor tan maltratado.
Cuantos son los que se aman
y cuantos que dicen amarse.
Ay, amor indispensable.
Ay, amor indescifrable.
Tan imprescindible
como el aire,
como el aire... Marilina Ross